El día 1 de octubre de 2015 ha dado comienzo oficialmente la campaña oleícola 2015/16, aunque la normalización de la recolección tardará todavía unas semanas en generalizarse en las distintas zonas productoras españolas, comenzando por las más tempranas o aquellos casos en los que los oleicultores decidan producir aceites con características especiales.

Se pone así fin a una difícil campaña marcada por la escasa producción de aceite tanto en España como a nivel mundial, en la cual el sector español ha dado muestras de firmeza consiguiendo en esas condiciones abastecer con dignidad a los mercados exteriores ganados en los últimos años pese a que la escasez de producto frente a la demanda ha llevado a un incremento lógico de los precios en origen. Tan sólo se ha percibido algún síntoma de nerviosismo en las últimas semanas de la campaña 2014/15 que se han correspondido con rebajas puntuales de precios en origen, pero en cualquier caso sobre cantidades comercializadas reducidas.

Las existencias finales de enlace han quedado en el entorno de 170.000 t, tras haber conseguido unas salidas de aceite mensuales de 110.000 t/mes, lo que ha propiciado que en los once primeros meses de la campaña que acaba de finalizar se hayan comercializado desde España 1.226.000 t, de las cuales el principal destinario es el mercado exterior con 772.000 t frente a las 454.000 t absorbidas por el consumo interno.

La campaña oleícola 2014/15 ha estado afectada en varios momentos claves del desarrollo del olivo y la aceituna por las adversas condiciones meteorológicas, y especialmente por las anormalmente altas temperaturas de los meses de mayo y julio unidas a un régimen de precipitaciones muy reducido, que los olivos, especialmente de secano están manifestando en su potencial productivo para la campaña 2015/16 que acaba de comenzar, cifra sobre la cual surgen muchas dudas teniendo en cuenta aspectos como los citados, y estando todavía pendientes de si algún frente de lluvias con entidad suficiente riega en cantidad necesaria a los olivos en esta fase final de engorde de la aceituna y elaboración del aceite, que permita un rendimiento industrial más o menos alto.

Pese a la incertidumbre todavía reinante sobre la producción de la campaña 2015/16, está claro que ésta será superior a la mala producción precedente. A tenor de la experiencia y teniendo en cuenta las estimaciones de producción de otros países competidores, algunos de ellos como Túnez o Grecia para los cuales se esperan cosechas más cortas en 2015/16, se estima que los precios, salvo momentos puntuales no sufran grandes variaciones sobre los niveles alcanzados en el mes de septiembre de 2015.