Desde hace 4 años se viene trabajando en la búsqueda de un método complementario o alternativo a la determinación de la calidad organoléptica de los aceites de oliva vírgenes. El procedimiento que se está siguiendo, dentro de un intercolaborativo entre Interprofesional del Aceite de Oliva, MAPAMA, Junta de Andalucía y las Universidades de Granada y Complutense de Madrid, es la determinación de volátiles en los aceites por cromatografía de gases y otras técnicas instrumentales.

A lo largo de estos años ha habido que tomar decisiones en determinados momentos  aún a riesgo de que con ello se pudiera perder algo de información, así como contemplar los diferentes casos que se plantean cuando los cromatogramas que corresponden a una muestra se transforman mediante software en gráficas de puntos.

Se han considerado los criterios reglamentarios a los efectos de intensidad del defecto máximo para las distintas categorías teniendo en cuenta el error del método, y contemplado también la comparativa con la clasificación del COI.

Como punto de partida se toman las determinaciones o clasificaciones que los paneles oficiales realizan de las muestras catadas, sirviendo por tanto como patrones o referencias para enseñar al modelo matemático que se genera con los datos que se van generando con el análisis instrumental de un número grande de muestras para que el modelo abarque lo más posible las distintas características de aceites producidas en España.

El método del Panel Test clasifica organolépticamente las muestras  que se presentan a catar, pero no determina intensidades.

En el escenario del control oficial, los criterios reglamentarios llevan implícita la gestión de riesgos frente a errores.

De momento, el método instrumental se configuraría como complemento al Panel Test, descargando con ello de trabajo tanto al operador como a la administración encargada del control de correspondencia.

El método instrumental

El método instrumental consta de varias etapas: obtención de datos a partir de la separación en el aceite de la fracción química de interés (compuestos volátiles), medida y registro de una señal instrumental (espectrocromatograma), tratamiento de los datos mediante el desarrollo de un modelo quimiométrico de clasificación sobre muestras previamente catadas. Los datos se obtienen al calentar suavemente un frasco cerrado y recoger los vapores que quedan en la cámara de aire (especio de cabeza). Esos compuestos volátiles son inyectados en un cromatógrafo de gases, para a continuación medir la señal instrumental función del número y cantidad de diferentes compuestos. Cada cromatograma se convierte en un vector o matriz de datos, a partir del cual se desarrolla un modelo matemático. La etapa siguiente es la selección de datos, lo cual implica una reducción del número total de datos obtenidos de la muestra y una pérdida de información, convirtiéndose en una etapa crítica.

El big data se utiliza para el tratamiento de grandes conjuntos de datos  generados.

Se plantean dos tipos de clasificaciones, las ternarias y las binarias, comprobando que la segunda funciona mejor (distinción entre aceites vírgenes extra y no extras).

Un aspecto importante a considerar antes de validar un método es la conformidad, de forma que se pueda emular en los controles oficiales con el método instrumental, con lo que los análisis se podrían realizar con más rapidez. La evaluación de conformidad se aplica para verificar una declaración previa sobre la categoría, pudiendo realizarse por el control oficial de la administración y por los operadores en el llamado autocontrol.

A su vez la conformidad se puede evaluar, y en caso de duda con el instrumental esa muestra se lleva a uno de los tres laboratorios oficiales para realizar una nueva cata, lacual resulta decisoria.

El entrenamiento del método se realiza con aceites previamente catados por Panel. Se debe distinguir bien entre las muestras de validación del método y aquellas que se llevan para su análisis y clasificación.

El contemplar gráficamente la asignación de puntos de las muestras analizadas instrumentalmente se pueden dar varias circunstancias, siendo lo común en la fase actual del proyecto que alguna de las muestras se desplace  hacia en lugar donde se encuentran las de otra categoría. Se genera con ello una tabla de contingencia basada en errores y aciertos. El umbral de discriminación que en un principio es de un 0,5 se puede desplazar para que el número de errores de clasificación disminuya. La mejor situación es aquella en la que con el umbral fijado el número de errores de no extras sea cero. Hay que analizar por tanto de forma detallada la tabla de contingencia y definir unos parámetros o índices que permitan la toma de decisiones de una forma rápida y sencilla.

Los indicadores de calidad se miden a través de las fórmulas de precisión y veracidad, utilizándose también el índice de adecuación y el de aplicabilidad.

A partir de ahora queda realizar la validación completa, una fase piloto con empresas colaboradoras, y la validación previa de los resultados.