Un estudio técnico de AVA-ASAJA estima que las cotizaciones se sitúan un 20% por debajo de las registradas el año pasado y son inferiores en un 45% a la de la temporada anterior

El sector vinícola de la Comunitat Valenciana afronta una campaña sumamente complicada como consecuencia de los devastadores efectos de la sequía y de las pésimas cotizaciones con las que ha arrancado el curso. Un estudio técnico elaborado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) revela que hasta el momento los viticultores valencianos acumulan pérdidas por valor de 32 millones de euros.

La ausencia de precipitaciones durante todo el desarrollo vegetativo de las cepas ha desembocado en una reducción total de 125.000 toneladas respecto a la producción media de las últimas temporadas, lo que supone una merma global del 45% en comparación con una vendimia normal. Los viñedos amparados por la denominación de origen Valencia han sido los más damnificados por esta falta de agua, especialmente en la Hoya de Buñol donde el descenso de uva ha sido del 60%. La comarca de Utiel-Requena ha sufrido graves daños debido a la incidencia de la sequía pero también a la de diversos temporales de granizo y virulentos ataques de marchitez fisiológica que se han cebado con la variedad mayoritaria Bobal. En Alicante, mientras tanto, la merma de cosecha motivada por la sequía se ha concretado en un 35%. Las pérdidas globales causadas por el clima se elevan a 31 millones en el sector vinícola valenciano.

En cuanto al comportamiento del mercado, la situación no resulta halagüeña en absoluto. En el arranque de la temporada los precios se situaron a niveles ruinosos y, si bien las cotizaciones han remontado un poco en los últimos días, la coyuntura sigue siendo muy adversa, de tal manera que si no se consigue invertir esta tendencia bajista al final de la campaña habrá que sumar otros diez millones en pérdidas a los 32 que ya acumula el sector en estos momentos. Por término medio, los precios pagados al productor se sitúan un 20% por debajo de los registrados el año pasado y son inferiores en un 45% a los de la temporada anterior.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera que “los ruinosos precios percibidos por los productores no obedecen en modo alguno a las condiciones objetivas de mercado. La producción de vino en España ha descendido ligeramente tras un año récord, mientras que en toda Europa ha caído un 10% en relación al año pasado. ¿Cómo es posible que se pague menos por la uva cuando en la Comunitat Valenciana tenemos una merma del 45% o cuando en España y Europa hay menos? La única explicación plausible es que en el mercado agroalimentario se siguen produciendo prácticas abusivas frente a las que los agricultores se encuentran inermes sin que las administraciones hayan encontrado una manera eficaz de corregir una situación sencillamente inaceptable”.

El sector vinícola de la Comunitat Valenciana afronta una campaña sumamente complicada como consecuencia de los devastadores efectos de la sequía y de las pésimas cotizaciones con las que ha arrancado el curso. Un estudio técnico elaborado por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) revela que hasta el momento los viticultores valencianos acumulan pérdidas por valor de 32 millones de euros.

La ausencia de precipitaciones durante todo el desarrollo vegetativo de las cepas ha desembocado en una reducción total de 125.000 toneladas respecto a la producción media de las últimas temporadas, lo que supone una merma global del 45% en comparación con una vendimia normal. Los viñedos amparados por la denominación de origen Valencia han sido los más damnificados por esta falta de agua, especialmente en la Hoya de Buñol donde el descenso de uva ha sido del 60%. La comarca de Utiel-Requena ha sufrido graves daños debido a la incidencia de la sequía pero también a la de diversos temporales de granizo y virulentos ataques de marchitez fisiológica que se han cebado con la variedad mayoritaria Bobal. En Alicante, mientras tanto, la merma de cosecha motivada por la sequía se ha concretado en un 35%. Las pérdidas globales causadas por el clima se elevan a 31 millones en el sector vinícola valenciano.

En cuanto al comportamiento del mercado, la situación no resulta halagüeña en absoluto. En el arranque de la temporada los precios se situaron a niveles ruinosos y, si bien las cotizaciones han remontado un poco en los últimos días, la coyuntura sigue siendo muy adversa, de tal manera que si no se consigue invertir esta tendencia bajista al final de la campaña habrá que sumar otros diez millones en pérdidas a los 32 que ya acumula el sector en estos momentos. Por término medio, los precios pagados al productor se sitúan un 20% por debajo de los registrados el año pasado y son inferiores en un 45% a los de la temporada anterior.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera que “los ruinosos precios percibidos por los productores no obedecen en modo alguno a las condiciones objetivas de mercado. La producción de vino en España ha descendido ligeramente tras un año récord, mientras que en toda Europa ha caído un 10% en relación al año pasado. ¿Cómo es posible que se pague menos por la uva cuando en la Comunitat Valenciana tenemos una merma del 45% o cuando en España y Europa hay menos? La única explicación plausible es que en el mercado agroalimentario se siguen produciendo prácticas abusivas frente a las que los agricultores se encuentran inermes sin que las administraciones hayan encontrado una manera eficaz de corregir una situación sencillamente inaceptable”.