La eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones evitará que decenas de herencias de agricultores se pierdan en la provincia de Jaén, como ha venido sucediendo en los últimos años, al no contar los herederos con liquidez para hacer frente a los excesivos tributos que, hasta ahora, suponía heredar en Andalucía. ASAJA-Jaén considera que la aprobación del inicio de los trámites para bonificar al 99% este impuesto aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, da respuesta a una petición histórica de la organización y supone una gran dosis de justicia para tantos y tantos agricultores que quieren dejar a sus hijos el esfuerzo de años y años de sudor y esfuerzo. Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, insiste en que resulta esperpéntico que en Andalucía haya sido mucho más caro heredar que en el resto de España, sobre todo teniendo en cuenta el peso que la Agricultura tiene en nuestra Comunidad.

 

ASAJA-Jaén aplaude la decisión del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía de bonificar al 99% el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.  La decisión se adoptó el pasado sábado en Antequera, cuando se aprobó iniciar el procedimiento para eliminar el citado impuesto en unos meses con una bonificación al 99% mientras no sea suprimido por el Gobierno de la Nación en todo el Estado. La organización agraria, que lleva años reclamando esta supresión, considera que así se evitará que decenas de herencias acumuladas tras años y años de sudor y esfuerzo en el campo, puedan pasar de padres a hijos y no se pierdan por falta de liquidez de los herederos, como desgraciadamente ha venido sucediendo en el sector agrario en los últimos años.

Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, insiste en que en Andalucía “resulta esperpéntico que heredar sea mucho más caro que en el resto de España, sobre todo teniendo en cuenta el carácter eminentemente agrario de  nuestra comunidad”. Recuerda que el valor catastral de las tierras y, por tanto, los impuestos que deben pagar por recibirlas, a veces supone cifras tan elevadas que los que heredan no pueden pagarlas. “Y no hablamos de ricos ni pobres, como hacen algunos abusando de la demagogia. Hablamos de patrimonios que se han ido creando con trabajo de años y años y por los que ya se ha tributado de sobra”, añade.

 Asaja Jaén opina que la supresión de este impuesto favorecerá el relevo generacional en el campo y supondrá un importantísimo paso adelante para la economía y los derechos de los andaluces. Pide que no se dejen fuera de su eliminación ningún caso, como pueden ser los copropietarios de explotaciones familiares o familiares de segundo y tercer grado, y que se incluya la retroactividad para quienes ya hayan pagado este tributo en estos últimos años. También es importante que, de forma simultánea, se corrijan algunos efectos tributarios colaterales, como que no se incremente la presión fiscal de la persona que dona vía IRPF como si hubiera recibido un ingreso.