Los eurodiputados consideran el proyecto de la Comisión Europea contrario a las recomendaciones de la EFSA y al acuerdo político del Parlamento Europeo y el Consejo, alcanzado este mismo año, a favor del refuerzo de la protección fitosanitaria de la UE frente al riesgo de contagio de plagas desde países terceros.

La Comisión de Agricultura (COMAGRI) del Parlamento Europeo, ha aprobado esta mañana,  una resolución -iniciativa de Clara Aguilera (Grupo S&D)-  que se opone al proyecto  de la Comisión Europea  de modificar la Directiva 2000/29/EC (“de sanidad vegetal”) para cambiar determinadas medidas en contra de la propagación de plagas que afectan a los cítricos a través de las importaciones desde terceros países.

 Una amplia mayoría de eurodiputados ha coincidido así en pedir a la Comisión Europea que plantee un proyecto alternativo. Un proyecto  que respete y que sea coherente con el principio de precaución y con el objetivo de reforzar la seguridad fitosanitaria de las plantaciones europeas, que están a la base del acuerdo que el PE y del Consejo alcanzaron en 2016 y que dio lugar al Reglamento (UE) 2016/2031 (que sustituirá la  Directiva 2000/29/EC).

La crítica por la COMAGRI a la propuesta legislativa que la Comisión presentó en el mes de septiembre  se centra básicamente en dos puntos. Por una parte, en cuanto a las enfermedades de la “Mancha Negra”  y el “Cancro de los cítricos”, se rechaza la propuesta de la Comisión de establecer la excepción en el mecanismo de control de las importaciones de cítricos a la Unión desde países contaminados. Una excepción que permitiría que el producto teóricamente destinado a la fabricación de zumo pudiera entrar en Europa con menores cautelas que las exigidas para el producto destinado a su venta en fresco. Considera el Parlamento que este canal paralelo implicaría, en la práctica, un riesgo inaceptable para la seguridad de las plantaciones europeas puesto que esos cítricos -una vez introducidos en la UE- se podrían desviar al mercado en fresco, atraídos por los mejores precios.

 Por otra parte, los diputados critican que, si bien la Comisión se ha decidido –por fin-  a incluir en la Directiva una nueva plaga -Thaumatotibia leucotreta-, la condición previa que se establece para las importaciones desde países contaminados es claramente insuficiente, puesto que se exige que el producto en cuestión haya sido sometido a “un tratamiento eficaz” en lugar de obligar explícitamente al “cold treatment”: el único tratamiento eficaz y adaptado al riesgo existente y el que ya exigen otros países, como EEUU, a las importaciones de países con presencia de la plaga.

 El sector citrícola español, como el europeo, han acogido con satisfacción esta determinación de la Comisión de Agricultura, plenamente coincidente con sus posicionamientos. En efecto, los productores, cooperativas y el comercio de estos países venían denunciando que las dos disposiciones planteadas por la Comisión -que ahora ha rechazado la COMAGRI- constituyen un subterfugio para burlar o para aligerar los controles a las puertas de la UE. Un planteamiento que parecería buscar  beneficiar –a cualquier coste- los intereses de los importadores y la industria del norte de Europa, subestimando el riesgo de que otras plagas, tan peligrosas como la Xyllella, entren en la UE y ocasionen gravísimos e irreparables daños.

      Los representantes del sector agradecen la inmensa implicación de los diputados españoles en este dosier y  esperan que esta histórica resolución, que aún deberá ser ratificada por el Plenario del Parlamento, llegue a la Comisión como un mensaje claro y provoque la presentación de un nuevo proyecto. Un proyecto que tenga en cuenta –esta vez sí- las observaciones del Parlamento y que sea capaz de velar por la seguridad de las 600.000 hectáreas de plantaciones citrícolas europeas y todo de lo que depende de ellas, en términos medioambientales, de empleo, de economía agraria y de la industria asociada y de actividad exportadora.