Thumb
La sequía y la vecería del olivar merman la cosecha de aceituna de mesa, que será la más corta del último decenio con sólo 487.000 toneladas. La variedades manzanilla y gordal tendrán mayores dificultades para atender la demanda. Se estima que la producción de estas dos variedades caiga en más de un 50 por ciento. Pese al daño de los aranceles de Trump a la aceituna negra española, que redujo sus exportaciones a los Estados Unidos en un 50%, por tercera campaña consecutiva en 2018/2019 se incrementaron las exportaciones españolas de aceituna de mesa.

 

La producción nacional de aceituna de mesa de la campaña 2019/2020 será la menor de los últimos diez años. En concreto, el aforo de ASAJA-Sevilla estima que la producción española de aceituna de mesa será de 487.000 toneladas, 101.000 toneladas menos de las que se recolectaron la pasada campaña. Las variedades gordal y manzanilla serán las que sufrirán una mayor merma, puesto que verán reducida su cosecha en más de un 50 por ciento. No obstante, fruto entre otras cosas de esta reducción de cosecha, la aceituna presenta una gran calidad, dado que con unos árboles mucho menos cargados el calibre de la aceituna es mayor.  

 

La campaña de recolección de aceituna de mesa, que tradicionalmente se inicia en el mes de septiembre, será este año más corta de lo habitual. La reducción de las precipitaciones en un 35% y los golpes de calor de la pasada primavera han mermado la producción de las variedades gordal y manzanilla, que tuvieron una baja floración y un cuajado muy irregular. Tal como indican todos los aforos -incluido el que elabora Interaceituna-  la producción de ambas variedades caerá en más de un 50%. En concreto, en el caso de la manzanilla, ASAJA-Sevilla estima que la producción final será de 95.000 toneladas, 114.000 toneladas menos que la pasada, mientras que en el caso de la gordal se estima que se recolectarán 17.000 toneladas, 26.000 toneladas menos que la pasada. No obstante, la recuperación de la producción de las variedades extremeñas (cacereña y carrasqueña) y la reducción mucho más atenuada de la variedad hojiblanca, maquillan las cifras y evitan una mayor caída de la producción nacional.

 

Estos datos se ofrecieron ayer en la XXXVII Jornada de Aceituna de Mesa que ASAJA-Sevilla celebró en Huévar del Aljarafe con la colaboración de la Fundación Caja Rural del Sur, Peugeot PSA Retail Sevilla, Bayer, el Ayuntamiento de Huévar del Aljarafe, el Consejo Regulador de las IGP Aceituna Manzanilla y Gordal de Sevilla y Asegasa. En el encuentro, en el que participaron más de 200 agricultores, intervinieron junto al presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, la alcadesa de Huévar, María Eugenia Moreno, el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Junta de Andalucía, Vicente Pérez, el técnico de Servicio de Producciones Agrícolas de la Consejería de Agricultura, Fernando Gómez, el coordinador de marketing operativo de Bayer, Miguel Ángel Sanz, el presidente del Consejo Regulador de la IGP Aceituna Manzanilla y Gordal de Sevilla, Juan Luis Oropesa, el presidente de ASEMESA, José Ignacio Montaño, el responsable técnico de la sectorial de Aceituna de Mesa de ASAJA-Sevilla, José Vázquez, y el asesor jurídico laboral de ASAJA-Sevilla, Felipe Gayoso.

 

Precios en origen al alza

 

Estas estimaciones de cosecha que están muy por debajo de las necesidades habituales de la industria y los envasadores españoles, las ofreció en su intervención el responsable técnico de la sectorial de Aceituna de Mesa de ASAJA-Sevilla, José Vázquez, quien puso de manifiesto que las necesidades del consumo nacional y de las exportaciones superan las 600.000 toneladas, por lo que para  atender los compromisos comerciales del sector será necesario dar salida a una parte importante del stocks que se arrastra de campañas anteriores. Esta situación ha provocado la recuperación del precio en origen para todas las variedades, y con especial incidencia para la gordal y la manzanilla, las dos más escasas esta campaña.

 

Asimismo, José Vázquez recordó a todos los agricultores que exijan el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y no entreguen su aceituna sin precio o a precio abierto. “La aceituna debe venderse con un contrato escrito y a precio cierto u objetivamente referenciado, tal como marca la ley”. Por lo que les insto a que “en caso de que algún comprador u operador se niegue a cumplir con esta norma, lo denuncien en las oficinas de ASAJA-Sevilla para elevar la correspondiente denuncia”.  

 

Respecto al balance de campaña ASAJA-Sevilla Vázquez destacó también el buen comportamiento de las exportaciones, que se han incrementado en casi un 4% al pasar de las 357.000 toneladas de la campaña 2017/2018 a las 371.000 de la 2018/2019, consolidando la tendencia al crecimiento mostrada en las tres campañas precedentes. Y todo ello en una campaña en la que ha pesado el gravamen impuesto en agosto de 2018 a la aceituna negra española por la administración Trump, que ha provocado la reducción de un 50% en las exportaciones de aceituna negra nacional a Estados Unidos. El futuro del comercio con ese país es cada día más incierto, puesto que sobre el sector pende la amenaza de nuevos aranceles del Gobierno de Trump a diversos productos agrícolas europeos, entre los que figura también la aceituna de mesa.

 

Con el inicio del verdeo es momento de evaluar también la actuación de la administración con este sector emblemático de la provincia de Sevilla al que, a juicio de ASAJA-Sevilla, no se le presta la atención que merece. Así, el Ministerio de Agricultura lleva ya varios septiembres suspendiendo algunas asignaturas, por lo que entendemos que es nuestra obligación recordarlas para que tome nota el futuro gobierno y se ponga a ello con la mayor celeridad. Desde ASAJA-Sevilla entendemos que el próximo ministro/a de Agricultura deberá:

 

Trabajar en la puesta en marcha de un mecanismo de autorregulación, similar al que ya se está planteando para el sector del aceite de oliva, que ofrezca una mayor estabilidad a los precios en origen.

 

Lograr que en la nueva reforma de la PAC la aceituna de mesa se equipare a otros sectores en dificultades y pueda optar a una ayuda acoplada similar a la que ya reciben más de una docena de producciones.

 

Extender la normativa sobre el correcto etiquetado al sector de la aceituna de mesa para romper con la opacidad actual y para facilitar que el consumidor sepa que es lo que está comprando. Actualmente, no es preceptivo que figure en las etiquetas el origen ni la variedad de la aceituna, una traba a la transparencia y a la trazabilidad. 

 

Aprobar un plan de restructuración y renovación similar a los que se han puesto en marcha con otros sectores (viñedo, almendros…) para modernizar el sector del olivar de mesa y ofrecer una alternativa a las explotaciones inviables.

 

España cuenta con 2.605.200 hectáreas de olivar, de las que 149.700 (5,7%) se dedican a la producción de aceitunas de mesa (el resto se destina a la producción de aceite de oliva). La producción de aceitunas de mesa se concentra en dos regiones ubicadas en la mitad sur de España: Andalucía (83,5%) y Extremadura (13,7%). Por consiguiente, la mayoría de las empresas que operan en este sector se ubican también en estas dos regiones, existiendo actualmente más de 400 empresas con actividad.

 

El sector genera en España unos 8.000 empleos directos y más de 6 millones de jornales como consecuencia de la recolección y el cultivo del olivo. A ello hay que añadir los empleos creados por las empresas y fábricas auxiliares como las de vidrio, hojalata, cartonaje, maquinaria, transportes, etc. Todo ello supone un 22% del valor y casi un 30% del empleo generado en España por el sector de conservas y preparados de productos vegetales. Se estima que la aportación del sector al PIB nacional supera los 1.000 millones de euros, dato que es especialmente relevante en términos relativos para el PIB de las regiones de Andalucía y Extremadura.


Thumb