Thumb
UAGN considera que la suelta de las osas supone un riesgo evidente para las personas y que el procedimiento realizado no ha considerado la permisividad de la medida en el ordenamiento jurídico Español y Navarro, ni tenido en cuenta el peligro para las personas , las consecuencias en las explotaciones ganaderas y el entorno rural, lo que supone en la práctica una dejación de funciones de las administraciones francesas y españolas que pudiera ser constitutiva de ilícito penal o administrativo.

 

 

La denuncia fue interpuesta el pasado 13 de mayo en las dependencias de la Guardia Civil en Pamplona a la que se acompañó entre otra documentación el Protocolo existente en el que se prevé la posibilidad de que se produzcan ataques a personas. 

La suelta de las osas Claverina y Sorita por parte de las autoridades francesas, de la que dieron conocimiento a las autoridades españolas competentes, se ha efectuado al margen de cualquier procedimiento participativo y sin que la población mas cercana haya tenido conocimiento, lo que ha causado gran malestar además de un fundado temor y miedo dado que se trata de animales salvajes cuyo comportamiento se desconoce. La suelta de las osas y su hábito carnivoro ha quedado demostrado desde el mismo instante de su entrada en territorio navarro en el mes de noviembre de 2018 y en las últimas semanas y días. El  comportamiento de  estas osas foráneas ( eslovenas ) es reiteradamente depredador. Proceden de Eslovenia donde existe un turismo basado en la observación de los osos a los que para fijarlos en determinado territorio se les alimenta con carne y otros productos y  a ello están habituados.  Parece por tanto evidente que en un entorno altamente humanizado, con explotaciones diseminadas por los valles pirenaicos Navarros de Roncal y Salazar, los osos han  encontrado sustento para unos hábitos alimenticios importados de tierras eslovenas.

La suelta de las osas además de estar dañando el sistema  de ganadería extensiva propio de la zona y el manejo habitual de los animales, perjudicando gravemente a los ganaderos locales, supone una grave riesgo para la población de los valles pirenaicos navarros y para los visitantes que habitualmente acceden a disfrutar de la naturaleza, la montaña y el paisaje de los valles pirenaicos en los que ni siquiera existen paneles informativos de peligro por la posible presencia de las osas y la posibilidad de un encuentro con dichos animales salvajes y peligrosos. La constante presencia casi permanente en la zona, con numerosos aproximaciones  a las zonas habitadas o frecuentadas por personas está poniendo en riesgo la integridad física de las personas  que realizan actividades al aire libre con total normalidad hasta la fecha y como decimos sin que nadie avise de la posible presencia de dichos animales. Pero es que además se está evidenciando que las medidas adoptadas para alejar a las osas de territorio navarro no están teniendo ningún efectos ya que con posterioridad a las mismas se siguen produciendo ataques a ganado e incluso se han intensificado.

Esta situación unida a la falta de actuaciones  previas de la administración española y navarra   y de resoluciones o autorizaciones preceptivas que regulen y garanticen el cumplimiento de la normativa para proteger a la población y medioambiental estatal y foral en la reintroducción de especies salvajes y peligrosas  que pueden campar a sus anchas por territorio navarro, no sólo justifica la apertura de las correspondientes diligencias sino que además se deben adoptar medidas cautelares para proteger a las personas y bienes así como una averiguación de si se ha actuado por nuestras autoridades con la diligencia debida y fueran o no constitutivos de ilícitos penales y administrativos dados los acontecimientos  de los que estamos siendo testigos. La primera de las medidas dado el comportamiento que están teniendo las osas debería ser la retirada de las osas ya que no existe garantía alguna de que no se van a producir ataques a personas y el miedo, alarma y tensión a la que se está sometiendo a la población y por ende a los ganaderos de los valles pirenaicos.