El caos en la tramitación de las ayudas a la Modernización de explotaciones en la convocatoria de 2016, destinadas a invertir en tecnologías de mejoras de riegos, maquinaria, reconversión del olivar, nuevas plantaciones de cultivos leñosos, construcción de naves, etc. para hacer más eficientes y competitivas las explotaciones,  ha sido tal, que la propia Administración autonómica tuvo que dejar sin efecto y retirar una resolución provisional  de 23 de mayo de 2017 porque estaba plagada de errores.  Publicada la resolución definitiva a 31 de agosto de 2018,  con un año y medio de retraso en los plazos,  y con errores todavía persistentes, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez de Haro, hace su periplo por las provincias andaluzas, hoy toca Granada, para entregar a su mayor gloria las resoluciones de concesión individuales. ¿De qué se ufana el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural? Debería venir a pedir perdón por tener a los agricultores y ganaderos en una situación de total indefensión e inseguridad jurídica, teniendo que mantener sus inversiones paralizadas, pero cumpliendo los requisitos y compromisos exigidos sin saber si van a ser o no adjudicatarios, o incluso abandonar sus proyectos, y en determinados casos realizar las inversiones financiándolas de su propio bolsillo al 100 por cien.

En Granada son 264 los beneficiarios con una ayuda aprobada de 10,57 millones de euros para una inversión total aprobada de 14.31 millones. Según las características de cada proyecto se financia entre un 50% y 90% de la inversión, pero el retraso sufrido ha aumentado los costes y, además, el avance del sector en nuevas tecnologías ha hecho que la ayuda se quede obsoleta. La inversión planeada no se adecuará, así, a la prevista y los porcentajes subvencionados bajarán.  No olvidemos tampoco que han sido rechazados 900 expedientes sin saber cual ha sido la causa de su desestimación, precisamente por los errores no corregidos: mala identificación de las parcelas o contradicciones entre  los códigos de los listados y las resoluciones individuales que hacen difícil poder recurrir, mientras el plazo corre. Los más perjudicados han sido los jóvenes agricultores que iniciaron su incorporación al campo, pues sin estas ayudas a la modernización de explotaciones no podrán cumplir con su plan empresarial.

Desde ASAJA GRANADA manifestamos que no puede ser costumbre de la Administración autonómica eternizar los plazos de las convocatorias y las resoluciones y que debe hacer una revisión de la gestión en todos los órdenes para que en las próximas convocatorias se puedan tramitar las ayudas con garantías para los agricultores y ganaderos. En esta visita del consejero, esperamos al menos que se comprometa a cumplir en las fechas que marca la ley con los pagos de estas ayudas a Modernización, tan necesarias para mejorar la sostenibilidad y rentabilidad de las explotaciones emprendedoras, de lo contrario las llevará al agotamiento financiero y a la ruina.