Se sustrae todo tipo de material, especialmente aquello que contenga hierro, y se sospecha que se vende a chatarras de la zona sur de la isla. Los agricultores demandan más presencia policial en el municipio y un mayor control de los establecimientos que se dedican a la compraventa de este metal.

 

La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (ASAGA Canarias-ASAJA) quiere alertar sobre los robos reiterados que están padeciendo explotaciones agrícolas de Vilaflor, concretamente de la zona de Trevejos, a raiz de las denuncias presentadas por sus propietarios. Se trata de una situación frecuente que lleva años repitiéndose, que se debilita y se intensifica por  periodos, como sucede en la actualidad, según manifiestan varios afectados.

            Los agricultores explican que se sustrae principalmente material agrícola, en especial todo aquello que contenga hierro como tuberías, llaves de agua, aspersores, material de labranza e incluso baterías de camiones y tractores para luego, según sus sospechas, ser vendido a chatarras  del sur de la isla donde se puede estar generando un negocio con este tipo de hurtos. Los ladrones no solo roban sino que causan destrozos a su paso generando cuantiosas pérdidas a los propietarios de estas fincas que deben reponer lo perdido de su propio bolsillo.

            Los robos se realizan por la noche y se sospecha que quienes los cometen están al acecho porque conocen perfectamente que estas explotaciones se encuentran alejadas del núcleo urbano y muchas de ellas carecen de luz y vigilancia ya que sus propietarios acuden, bien por el día o los fines de semana, a realizar sus faenas.

            Los afectados señalan que han interpuesto varias denuncias ya que muchos de ellos han padecido más de un robo en la misma semana pero de momento no se ha detenido a los culpables, aunque se sospecha que quienes cometen este tipo de delitos son residentes en el propio municipio. Fuentes policiales del municipio confirman que se han personado en varias ocasiones en los establecimientos de compraventa de chatarra pero de momento no han podido averigüar nada.

            Para intentar resolver esta situación, los agricultores demandan más presencia policial en el municipio, especialmente por la noche, y un mayor control y vigilancia a las chatarras para evitar que se siga haciendo negocio con los objetos hurtados. Otra solución que plantean es la posibilidad de contratar un guarda rural entre todos los vecinos del municipio y con ayuda del Ayuntamiento.