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La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ávila se pregunta que si una medida para luchar contra la despoblación en los pueblos es dejar campar al lobo a sus anchas.

 

El presidente de ASAJA de Ávila, Joaquín Antonio Pino ha solicitado a la Junta de Castilla y León que se abatan con la mayor celeridad ejemplares de lobo en la comarca Barco-Piedrahíta. Tal y como ha asegurado el dirigente agrario esta medida se puede llevar a cabo con la autorización de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ante los continuos ataques que vienen sufriendo las explotaciones ganaderas de la zona.

Así se lo hará llegar al propio Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la administración regional, Juan Carlos Suárez Quiñones para que en la mayor brevedad posible la patrulla de seguimiento de fauna de la Junta los abata.

Ha apostillado Pino, que puede acabarse con un ejemplar como medida preventiva, de control y está establecido en el Plan de Conservación y Gestión del Lobo.

Desde la organización agraria tienen claro que si la administración regional siempre manifiesta la necesidad de conservar el lobo y que sea compatible con la gestión y el aprovechamiento ganadero, no puede ser a costa de los ganaderos, sufriendo ataques constantes.

Joaquín Antonio Pino ha citado como ejemplo el caso de José María Romero, ganadero de Zapardiel de la Cañada, que en los últimos tres días ha sufrido dos ataques con el resultado de tres terneras muertas y otra que si no ha muerto, se morirá en breve.

Según ha subrayado el propio ganadero: “estoy a la espera de que haya otro ataque en pocos días, los lobos saben que tienen comida de sobra en mi explotación y vendrán de nuevo”. Se pregunta si tendrá que trasladarse con su mujer y su hijo, con escopeta en mano y vivir con las vacas, exige soluciones inmediatas.