El cultivo del chopo está siendo dejado de lado por la Administración nacional y autonómica al no considerarlo como superficie computable a efectos de la declaración de Explotación Prioritaria, no incluirlo en el Programa de Desarrollo Rural 2015-20120 como cultivo con derecho a ayudas específicas, así como, por diferencias de criterios legislativos entre la Consejería de Medio Ambiente y Agricultura perjudicando su aprovechamiento maderable y leñoso. Se suma a esto la problemática generada con la reforma de la PAC al no poder utilizarse la superficie para la activación de derechos de pago base.

Hay también otros factores negativos como son las dificultades en la comercialización y bajos precios en los que ASAJA GRANADA y la Asociación Granadina de Cultivadores de Chopos vienen trabajando desde hace tiempo para solventarlos.

 El secretario general de ASAJA GRANADA, Manuel del Pino, y el presidente y vocal de la Junta Directiva de la Asociación Granadina de Cultivadores de Chopos, Segismundo Nogueras y Francisco Figueruela, respectivamente, han denunciado hoy en rueda de prensa la grave situación que atraviesa el chopo, especialmente en el Vega de Granada  y, asimismo, en el resto de nuestra provincia, y han proclamado su decidida apuesta porque no desaparezca un cultivo tan emblemático, único localizado en el sur de España y propio de nuestro paisaje y economía rural.

 Hay varias circunstancias que ponen en peligro el cultivo del chopo en nuestra provincia,  las de tipo administrativo, achacables por un lado a la falta de sensibilidad y desamparo por parte de la Administración autonómica en algunas de sus normativas y por otro a la central, en su normativa sobre la aplicación de la nueva PAC, y las de tipo estructural, como son la difícil comercialización de la madera y los bajos precios, sobre las que venimos trabajando desde el sector para conseguir que cambien de signo, buscando nuevas variedades y calidad mediante la certificación forestal y denunciando pactos encubiertos de los compradores.

 Las referidas a Administración autonómica tienen que ver con la no consideración de las choperas como superficie computable a efectos de la declaración de Explotación Prioritaria, perdiéndose con ello una serie de beneficios fiscales y derechos como el acceso a la Reserva Nacional que aumentan los importes de la PAC, lo que hace que se desincentive el cultivo; con su omisión en el Plan de Desarrollo Rural (PDR) 2015-2020 para la obtención de ayudas específicas y por la aplicación de la legislación forestal en tierras arables en determinados casos en los que interviene la Consejería de Medio Ambiente, que obliga a reforestación y pastoreo en riberas y márgenes de los ríos (100 metros a cada margen que no son zonas de dominio público) con el consiguiente perjuicio del aprovechamiento maderable y leñoso. Se suma a esto la problemática generada con la reforma de la PAC por parte de la Administración central, al no poder utilizarse la superficie de cultivo de chopos para la activación de derechos de pago base porque los requisitos que plantea son inviables, con la consiguiente pérdida de renta por parte de los cultivadores.

 Toda esta problemática ha sido trasladada a los organismos correspondientes y a sus responsables para pedir soluciones concretas que pasan porque la Junta de Andalucía integre a los cultivadores de chopos como beneficiarios dentro de la Orden que regula el régimen de calificación de Explotaciones Prioritarias (Orden 15 de febrero de 2008); por la consideración del chopo como cultivo ecológico dentro del Plan de Desarrollo Rural 2015-2020 y por la no intromisión de la legislación forestal en materia de autorizaciones de cortas. El Gobierno, por su parte, tendría que reconsiderar el cultivo del chopo como excepcionalidad dentro del R.D. de Aplicación de Pagos Directos de la PAC a efectos de los marcos de plantación y densidad que establece como requisito para la activación de derechos de pago base, dado que no es real para el cultivo del chopo una densidad de 1.100 plantas en un marco de 3mx3m sino de 600 plantas.  Uniremos fuerzas con el resto de firmantes del Pacto por la Vega para conseguir todas estas reivindicaciones.