Esta organización considera que no es de recibo que se prohiba a diestro y siniestro sin conocer previamente la realidad agronómica extremeña

La encina se enfrenta desde hace años a dos problemas de gran calibre que están poniendo en jaque a la dehesa. Uno de ellos es el mal de la seca, y otro el excesivo proteccionismo de la Consejería de Medio Ambiente que se traduce en normas y regulaciones sin sentido.

APAG Extremadura ASAJA asevera que las actuales normativas que rigen la limpieza y mantenimiento forestal está poniendo realmente en peligro a esta fuente de riqueza para nuestra región.

El exceso de regulación hace verdadermante imposible la realización de labores de poda, entresaca de mata y aclareos, lo que está provocando una superpoblación de encinas que dificilmente va a poder mantenerse, debido al mal asensoramiento medioambiental y a la ignorancia agraria de la Junta, sin olvidar la acusada ausencia de reserva hídrica del suelo extremeño por culpa de la sequía.

La sobreprotección a la encina, así como las sanciones desmedidas de la Administración regional está causando la muerte lenta de la dehesa, por lo que resulta primordial que se aplique el sentido común en la regulación y aplicación de normas.

Esta organización considera que no es de recibo que se prohiba a diestro y siniestro sin conocer previamente la realidad agronómica extremeña. No es lo mismo un corte de 18 centímetros en una rama de una encina con un radio de ocho metros que en otra de 14 metros.

Por todo ello, APAG Extremadura ASAJA pide a la Consejería de Medio Ambiente que deje a un lado el conservacionismo desmedido y aplique soluciones efectivas y acordes a la situación actual de la dehesa, con el fin de dar vida a nuestras encinas y no quitárselas.