Con las obras de la autovía iniciadas en 2009 se desmanteló la red de acequias de la Comunidad de Regantes Caz de Jotáyar de Atarfe y de la Junta Central de Usuarios del Río Cubillas de Pinos Puente quedando numerosas parcelas sin posibilidad de riego y con los accesos cortados

La campaña de siembra 2017 se vio seriamente afectada por este motivo con pérdidas económicas importantes para los agricultores. A día de hoy quedan 4 kilómetros en Pinos Puente de trazado donde no se han repuesto las acequias dañadas y tres tramos más en Atarfe, de 600, 500 y 400 metros respectivamente.

El ultimátum de la directora de la Obra del Ministerio de Fomento a los regantes para que en quince días presenten soluciones definitivas sobre plano al trazado pendiente, previa justificación técnica, incumple el compromiso entre las partes de consensuar tramo por tramo la restitución de las acequias, además de tratarse de una imposición sin fundamento dado que las comunidades son beneficiarias de las obras y ni tienen los medios ni es esa su función.

Unas 380 hectáreas de vega se vieron inutilizadas en la campaña de siembra de este año debido a las obras de la autovía GR-43, que han venido destrozando impunemente la red de acequias de la Comunidad de Regantes Caz de Jotáyar de Atarfe y de la Junta Central de Usuarios del Río Cubillas de Pinos Puente, además de cortar los accesos a las fincas.  Las pérdidas patrimoniales por tener que dejar las parcelas en barbecho o por los daños causados en los cultivos que no pudieron regarse o se regaron en malas condiciones: espárrago, alfalfa, maíz, patatas, ajos, alcachofas y algunas choperas, fundamentalmente, superaron los 858.800 euros, teniendo en cuenta un rendimiento neto por hectárea y año estimado en 2.260 euros.

La problemática viene de lejos. Se inician en el tercer trimestre de 2009 los deslindes de la autovía entre los términos municipales de Pinos Puente y Atarfe, unos 10 kilómetros, sin anunciarlo a las partes y sin contar la Administración central con la planimetría de la reposición de servicios de riego y de accesos, y solo tras numerosas protestas esta accede a efectuar los planos de reposición y aceptar la colaboración de los regantes para su ejecución, aunque nunca se tuvo en cuenta en realidad.

En mayo de 2010 Fomento diseña unos planos de restitución inservibles, que no garantizan el buen funcionamiento hidráulico al desviarse en exceso del original el trazado de las acequias anuladas, pero hace oídos sordos a cualquier recomendación. Ese año 2010, el 1 de agosto, se interrumpen las obras por falta de presupuesto y se paraliza todo, con el paréntesis de la modificación de una gran infraestructura para conducir la autovía por el suelo, en lugar de construir pilares, en el tramo donde se desdobla la carretera de Córdoba,  lo que venía a empeorar la situación por enterrar las acequias allí existentes.

Se reanudan en 2015 las obras siguiendo los viejos planos de 2010 aunque se saben plagados de errores: diferencias de cotas, caudales a contracorriente e indefiniciones. Fomento, además, rechaza en 2016 la mayoría de alegaciones presentadas a los planos por las comunidades de regantes, continuándose así el levantamiento indiscriminado de la traza de la autovía. La vega se queda tomada y partida entera.

En el mes de abril de este año parece que la historia comienza a escribirse con nueva tinta al tomar cartas en el asunto el subdelegado del Gobierno, Francisco Fuentes Jódar, a petición de ASAJA GRANADA. Se produce así una reunión entre todas las partes: el jefe de Demarcación de Carreteras del Estado de Andalucía Oriental, el representante de la Dirección de Obra del Ministerio de Fomento, la empresa constructora OHL-UCOP y las dos comunidades de regantes afectadas, y se llega al compromiso de no hacer obra en la traza sin definir primero de forma consensuada la reposición de cada una de las acequias dañadas. Se consiguen algunos avances quedando, no obstante, pendientes 4 kilómetros de trazado en Pinos Puente y tres tramos más en Atarfe, de 600, 500 y 400 metros respectivamente, hasta que en el mes de junio la empresa constructora comete ciertos incumplimientos y los regantes piden que se cambie de interlocutor con el Ministerio por falta de entendimiento.

La Administración central responde
a finales de agosto con un severo ultimátum a los regantes para que en quince días presenten soluciones definitivas sobre plano al trazado pendiente, previa justificación técnica, saltándose a la torera los acuerdos, una imposición además sin fundamento, dado que las comunidades son beneficiarias de las obras y ni tienen los medios ni es esa su función.  

Desde ASAJA GRANADA solicitamos de nuevo al subdelegado del Gobierno su arbitraje para reconducir la situación y poder trabajar de común acuerdo en la restitución de las acequias destruidas por las obras de la G-43 y en la apertura de accesos a las fincas, tramo por tramo,  como se venía haciendo positivamente los últimos meses. No tiene sentido volver a tensar las relaciones entre las partes y dejar sin solución una causa que es de justicia.