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Arranz dice en el Conama que es compatible con otros usos turísticos de la especie.

La actividad cinegética del lobo genera riqueza en el medio rural y es compatible con otros usos turísticos de la especie. Así lo ve el director general de Medio Natural de la Junta, José Ángel Arranz, que ayer defendió la postura de Castilla y León respecto a una especie cuya caza es objeto de polémica con los colectivos conservacionista que consideran que debería tratarse como una especie protegida.

Arranz defendió esta tesis en un debate celebrado en el seno del Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama), que comenzó ayer en Madrid, en un acalorado encuentro en el que participaron defensores del cánido como la plataforma Lobo Marley, que exhibieron una pancarta que rezaba ‘Están matando tus lobos con tu dinero’. En el debate también estuvieron presentes el presidente de la Federación Estatal de Pastores, Juan Antonio Valladares, y el presidente honorífico de la Federación de Caza de Castilla y León.


Antes de iniciar el debate, el representante de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, argumentó que la especie «no está amenazada. Se encuentra en una posición favorable para su conservación». Por ello, la Junta ve «perfectamente razonable» el aprovechamiento cinegético del lobo, una actividad que «genera valor en el mundo rural» y que se ha convertido en un recurso natural para los habitantes de los pueblos.


Arranz remarcó en declaraciones a este periódico que las mayores poblaciones de lobos están en el área cinegética, al norte del Duero, y concretamente en León, según los datos recabados en el último censo oficial realizado por la Junta y que se presentó hace unas semanas.


Para el director general de Medio Natural, no es sólo la caza del cánido la que representa una fuente de riqueza para los municipios del área rural. A su juicio, la actividad cinegética es compatible con otros usos turísticos del lobo. Por ello, incidió en la «potencialidad del lobo como recurso turístico», como es el caso de su observación, una práctica que está cogiendo fuerza en la montaña leonesa y que ya se realiza con otros animales como el oso pardo o el quebrantahuesos.


Además, Arranz señaló que la caza permite «controlar los daños en la comarca ganadera, especialmente en las zonas de nueva colonización» y añadió que esta práctica permite que «los cazadores sean aliados también del medio rural», ya que los ejemplares, como piezas de caza, «tienen valor, son un trofeo» mientras que lo contrario lo convertiría solamente «en un predador que causa daños para el ganadero y que también causa bajas en otras especies cinegéticas como los ciervos o las liebres».


Respecto al debate sobre la petición de legalización de la caza al Sur del Duero por parte del ministerio, el director general de Medio Natural aseguró que no hay ninguna novedad, a la espera de la decisión de la UE.

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